En la calle Cardenal
Cisneros con esquina Eloy Gonzalo encontramos una sede de uno de los bares más
populares de la capital.
Más conocido por su local
de Atocha, sin embargo éste es el primer bar que abrió su creador Alfredo al
llegar a Madrid desde su pueblo de León.
Es una taberna madrileña de
toda la vida, su especialidad son los bocadillos calientes, pero sobretodo su
bocata de calamares, que ya es toda una insignia en esta ciudad.
También tiene churrería
propia y ofrece sus churros caseros para desayunos y meriendas.
El bar ha perdido mucho
la esencia que tenía hace años, sobretodo en la atención al cliente, pero sigue
siendo el lugar donde nació el bocadillo de calamares.
Foto obtenida de este
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